Guillermo Marijuan, vermouth con papas fritas y good show

on lunes, 21 de octubre de 2013


¿Quién es el fiscal Guillermo Marijuan? Sus vínculos con Beraldi, Massa y dos de los principales imputados en la investigación penal contra el JP Morgan por lavado de dinero. Las claves de su actuación y su histórico fervor por ofrecer un buen show.

Divorciado y con dos hijas, Guillermo Marijuan se muestra como un fiscal y padre ejemplar. Un recorrido por los dichos de la prensa escrita lo muestra como un paladín contra la corrupción política. A veces en su rol de titular de la Fiscalía Federal 9, a veces como cabeza de la Unidad Fiscal para la investigación de delitos relativos a la Seguridad Social (UFISES), Marijuan aparece como el que hizo lo que nadie se animaba, claro que una mirada más atenta revela algunas inconsistencias sumamente interesantes…

Unidos por la Seguridad Social
Marijuan desembarcó en el ámbito de la Seguridad Social bajo el patrocinio de Eduardo Duhalde, igual que Sergio Massa, entonces titular de la ANSES. Después del gran escándalo de las jubilaciones truchas en La Rioja[1], en el año 2002 se creó la UFISES y el fiscal Guillermo Marijuan fue designado como titular. Su tarea principal era trabajar con la ANSES en la protección de los recursos previsionales, investigando todos aquellos delitos en perjuicio del organismo estatal que los administraba.
En este marco, Marijuan trabajó especialmente en la baja de más de 16.500 planes sociales, que por algún motivo u otro el fiscal encontró mal otorgados. Sus investigaciones también habrían culminado en más de 1.900 denuncias realizadas ante Juzgados de todo el territorio nacional y 1.300 remisiones a distintas Fiscalías del país.

Quizás fue por la inmensa labor que llevó la fiscalización de cada uno de esos centavos dados a los sectores más pobres de la población, que el fiscal de la UFISES dejó pasar la denuncia realizada por el ex vicepresidente del JP Morgan, Hernán Arbizu, acerca de la gran estafa sobre los fondos previsionales de los argentinos en manos de las AFJP.
En el 2008, el ex banquero explicó ante la UFISES y la Fiscalía 9 -a la que justo luego le tocó intervenir- las diversas operaciones de vaciamiento de las AFJP, diseñadas por el JP Morgan y otros bancos, de talla internacional y local, a través de la compra por parte de las AFJP de títulos sobrevaluados de Grupo Clarín, Banco Patagonia y Consultatio SA. Básicamente, el dinero de los fondos previsionales argentinos fue invertido sabiendo del posterior derrumbe de precios (incluso siguieron comprando con el precio ya en baja), todo lo cual dejó unos pocos empresarios muy enriquecidos y unos jugosos bonos para el superintendente y directivos de las AFJP y agentes intermediarios (agentes de bolsa y banqueros). Los millones de jubilados sin sustento futuro serían el problema de otro. No de Marijuan, obviamente.
Para tener una idea de qué hablamos: de los 106,4 millones de dólares que Clarín ofertó en el mercado argentino, las AFJP compraron unos 310.679.481 pesos, según datos oficiales de la Superintendencia (el dólar cotizaba a 3,15 aprox.). Tan sólo un año más tarde esos papeles valían la mitad.
La denuncia podría haber sido encuadrada en los artículos 138 a 141 de la ley específica en materia previsional -Ley N° 24,241-, donde se establecen las penas correspondientes a los delitos cometidos contra un fondo de jubilaciones y pensiones, como fue el caso. Según esa ley, le caben 4 a 10 años de prisión al responsable de la calificación de títulos, de la autorización de la oferta pública, y de efectuar y/o controlar las inversiones que causasen un perjuicio a un fondo de jubilaciones y pensiones. Además la ley prevé 5 a 15 años de prisión para el que lo hiciese con la obtención de un beneficio para sí o para un tercero.
Pero el fiscal específico no encuadró los hechos en ese marco legal sino en uno mucho más benigno, o sea como un delito contra la propiedad en general, donde la pena es de 1 mes a 6 años o de 2 a 6 años -artículos 173  y 174 del Código Penal-. Por las dudas. Igual nunca nadie investigó nada y el negocio no pudo ser más redondo.
Donde sí éste puso verdadero ahínco fue en el impulso de una investigación sobre si, frente al inminente anuncio de estatización, las AFJP vendieron de urgencia y a precio vil los títulos de deuda pública en los que habían invertido parte del dinero de los jubilados para con ello realizar una fuerte maniobra especulativa haciéndose de dólares para fugarlos del sistema financiero (se hablaba de unos 70 millones de dólares). La denuncia de Marijuan motivó un gran revuelo mediático y ciertamente temor en la plaza y los principales operadores del mundo financiero. Sin embargo, el escrito del fiscal no era sino un bricolage de diversas notas publicadas por los principales medios gráficos y digitales sobre el tema, y el periodismo, agradecido por la confianza, no escatimó en su promoción.
Pero lo llamativo de la denuncia y los esfuerzos del fiscal por “velar por la defensa de los intereses generales” es que siendo titular de unidad especializada en seguridad social desconociese que el propio Estado Nacional había trabado una medida cautelar para impedir exactamente lo que el fiscal venía a denunciar, esto es acceder al mercado de dólares. Pregunta: ¿Podía un fiscal de la talla del señor desconocer la existencia de una medida de tales características? ¿No se comunicó por esos días con el superintendente y el resto de los funcionarios de nivel respecto de la evolución de una situación que a su criterio era merecedora de una denuncia penal?
Finalmente resultó que tales hechos nunca sucedieron. Fuegos artificiales, puro show. Y nada de esto fue revelado por el periodismo. Es para sacarse el sombrero, señor.

«Me gusta»: con o sin campaña
“Marijuán y Massa se conocieron cuando el entonces titular de la Anses creó la unidad fiscal para investigar delitos cometidos en el marco de la Anses, y Marijuán quedó a cargo. Le pidió el control de los planes jefes y Jefas de Hogar, viajaron juntos a los Estados Unidos y formaron una amistad. Massa ya piensa en el armado de su gabinete como presidente en 2015. De hecho le propuso a Marijuán ser su Procurador General, es decir, el jefe de los fiscales”, informó una notapublicada por el diario Perfil el 7 de septiembre de 2013. 
El fiscal no tiene ningún reparo a la hora de expresar su cercanía con su ex compañero de la seguridad social. Tanto así que ante sus casi 1600 amistades en facebook el fiscal dijo lisa y llanamente, me gusta Sergio Massa, el Frente Renovador y Daniel Gambino (que aunque nadie sabe bien quién es, aparece en su foto con Massa). (Ver imagen al pie de la nota)
Quizás, sólo quizás, fue en honor a esa entrañable amistad, que el fiscal dejó al ex titular de la ANSES, fuera de la investigación penal que se instruyó contra varios funcionarios del organismo estatal que en el 2006 estafaron a más de 77.000 jubilados  y pensionados por un monto total de más de 4.000.000 pesos. Lo que hacían era descontarles, a través de una cooperativa (Cooperativa Ferromar), unos pocos pesos de las jubilaciones y pensiones; una práctica múltiple, repetida y casi imperceptible que dejó cuantiosas ganancias para sus partícipes. Con motivo de esta investigación en el 2013 fueron procesados 3 ex funcionarios de Massa (jefe de la ANSES al momento de la estafa) y cuatro directivos de Ferromar.

El mundo es un pañuelo
Marijuan llegó a ser fiscal gracias a Carlos Beraldi, entonces fiscal federal y ahora socio del estudio fundado por el ministro de Seguridad bonaerense, León Arslanian.
Cuando Marijuan tenía tan sólo 27 años, Beraldi, uno de los abogados hoy más solicitados por las grandes mafias financieras a la hora de enfrentarse a una investigación penal (FIMBER, Banco Mercurio, Bulgheroni, por acá alguien me sopla), supo que el joven era digno material para integrar las filas de Comodoro Py.
Trabajó con Beraldi en la Fiscalía Federal 4. Finalmente, en 1993 fue nombrado fiscal federal adjunto en la Fiscalía Federal 12 y, con Righi, fue nombrado titular de la Fiscalía Federal 9. En otras palabras, un fiscal con buenos amigos y ningún concurso.
Carlos Beraldi integra hoy el consejo consultivo de la Fundación de Investigaciones en Inteligencia Financiera (FININT), de Felix Marteau. Marteau es abogado de Grupo Clarín en causas de lavado. 
Causas por lavado… ¿qué, como la de JP Morgan que tiene Marijuan? Bingo.
Grupo Clarín y sus socios accionistas ocupan, por lo menos, 39 de las bolillas que forman la lista de 469 personas físicas y jurídicas, clientes del JP Morgan, que habrían fugado unos 5.000.000.000 de dólares del país (cinco mil millones, sí, lo escribimos bien). Así lo denunció el ex vicepresidente de la banca, Hernán Arbizu ante el juez Sergio Torres y el fiscal Guillermo Marijuan.
Ojo que Clarín no es el único preocupado por esa causa. También hay varios inversores inmobiliarios del Municipio del ex titular del ANSES Sergio Massa, como Nordelta SA, Santa Catalina Inc., y todo el universo de los Constantini. Entre los 469 cuentas denunciadas por Arbizu, por lo menos 13 corresponden a esa familia, bajo los nombres de: Eduardo & Mariana Constantini, Eduardo Constantini, Eduardo F. Constantini JR, Fundación Eduardo Constantini, Maria Soledad Constantini, Maria Teresa Constantini, Mariana Constantini, Mariana Constantini & Ricardo Aníbal Estevez & Alejandro Estevez, Martin R. Constantini, Ricardo Aníbal Estevez, Rodolfo Constantini, Tomas Constantini, y The Constantini Film Company LLC.
¿No te digo que el mundo es un pañuelo? Dios los hace y ellos se juntan. Y todos en una misma causa. Es fantástico. Marijuan, Beraldi, Marteau, Massa y toda suerte de empresarios cada día más agradecidos por el polvo que va juntando el expediente en el juzgado de Torres. Ya van cinco años y ningún imputado. Hay una lista con nombres y apellidos, números de cuentas, montos, órdenes de transferencias, la explicación de todas las triangulaciones dinerarias, y aún así, nada. Una maravilla.




0 comentarios :

Publicar un comentario